ETIQUETAR EL QUESO
26.11.2014 10:55
ETIQUETAR EL QUESO
Cuando compras un trozo de queso te lo envuelven en un papel anónimo, o en el mejor de los casos con el nombre y dirección del quesero.
Aquí en Francia, en casi todas las comidas y cenas, incluso en el desayuno, la gente se toma su ración de queso.
Hay una cantidad de variedades, que hasta en una ocasión De Gaulle dijo que era imposible gobernar el país con tantos quesos.
Si compro 3 o 4 diferentes, me hago la picha un lío, y se me olvida el nombre que me ha dicho antes de degustarlo.
Me gustaría disponer de una pequeña etiqueta, con los datos del queso que he comprado. Marca, origen, si es de leche de vaca, cabra u oveja y hasta el grado de grasa…
Al final es pura propaganda, si te ha gustado, puedes pedirlo en una próxima ocasión. No creo que represente un sobrecosto a tener en cuenta. Estoy convencido que puede proporcionar más ventas a los buenos quesos. Y con el tiempo un grupo de coleccionistas de etiquetas de quesos, que van de rastrillo en vide-grenier, buscando la más original, vistosa o que les falta.
Yo me he planteado una lucha contra los molinos y cada vez que compro queso en porción, le doy la vara al quesero y le cuento la idea. Algunos escriben a rotulador el nombre del queso en el envoltorio.
En una magnífica quesería del mercado de Víctor Hugo en Toulouse, tienen etiquetas. Las hacen ellos mismos.
Creo que debería ser el propio fabricante, el que facilite la información en etiqueta de papel, plastificada o adhesiva, a todos los queseros intermediarios. Las agrupaciones de queseros tienen que ponerse las pilas y recomendar a los elaboradores de quesos que faciliten la información de su producto. Asociaciones puede haber 100, fabricantes de quesos 1.000, queseros 100.000 y consumidores 10.000.000
Si te quieres unir a la lucha, habla a tus amigos, manda una carta al presidente de la Nación quesera.
Ojalá se adelanten los españoles, que no tienen ni la décima parte de variedades quesera que los franceses y den una lección de marketin al mundo entero.
ETIQUETAR EL QUESO
Cuando compras un trozo de queso te lo envuelven en un papel anónimo, o en el mejor de los casos con el nombre y dirección del quesero.
Aquí en Francia, en casi todas las comidas y cenas, incluso en el desayuno, la gente se toma su ración de queso.
Hay una cantidad de variedades, que hasta en una ocasión De Gaulle dijo que era imposible gobernar el país con tantos quesos.
Si compro 3 o 4 diferentes, me hago la picha un lío, y se me olvida el nombre que me ha dicho antes de degustarlo.
Me gustaría disponer de una pequeña etiqueta, con los datos del queso que he comprado. Marca, origen, si es de leche de vaca, cabra u oveja y hasta el grado de grasa…
Al final es pura propaganda, si te ha gustado, puedes pedirlo en una próxima ocasión. No creo que represente un sobrecosto a tener en cuenta. Estoy convencido que puede proporcionar más ventas a los buenos quesos. Y con el tiempo un grupo de coleccionistas de etiquetas de quesos, que van de rastrillo en vide-grenier, buscando la más original, vistosa o que les falta.
Yo me he planteado una lucha contra los molinos y cada vez que compro queso en porción, le doy la vara al quesero y le cuento la idea. Algunos escriben a rotulador el nombre del queso en el envoltorio.
En una magnífica quesería del mercado de Víctor Hugo en Toulouse, tienen etiquetas. Las hacen ellos mismos.
Creo que debería ser el propio fabricante, el que facilite la información en etiqueta de papel, plastificada o adhesiva, a todos los queseros intermediarios. Las agrupaciones de queseros tienen que ponerse las pilas y recomendar a los elaboradores de quesos que faciliten la información de su producto. Asociaciones puede haber 100, fabricantes de quesos 1.000, queseros 100.000 y consumidores 10.000.000
Si te quieres unir a la lucha, habla a tus amigos, manda una carta al presidente de la Nación quesera.
Ojalá se adelanten los españoles, que no tienen ni la décima parte de variedades quesera que los franceses y den una lección de marketin al mundo entero.